Un análisis de la crisis ambiental planetaria nos obliga desde la ecología política, a revisar profundamente el modelo de desarrollo vigente. Es una realidad ineludible para todos los países, lógicamente incluido Colombia. A las puertas del TLC, la relación gobiermo y mercados, en sus procesos de transformación del ambiente natural, tiene que analizarse desde una perspectiva política, mirando los efectos acumulados de destrucción y construcción que la sociedad ha mantenido con el ambiente. El desarrollo humano tiene que ser simbiótico, no destructivo. En esa perspectiva lo que nosotros vemos como crisis ambiental, o como la expresión de desastres «naturales», es en el fondo el producto de construcciones sociales, políticas y culturales. La naturaleza es una construcción cultural. La deforestación es una construcción cultural. La crisis ambiental que vive Colombia expresa profundos significados culturales que tienen que ser pensados y reflexionados. Todos estamos implicados en el marco de una mediación histórica. Tenemos que revisar profundamente el modelo de desarrollo vigente. Unas preguntas de apreciación: Cuál sería nuestra situación hoy, si no hubiéramos destrozado el 95 por 100 de los bosques andinos de Colombia? Cuál sería nuestra situación si los municipios y sus alcaldes hubieran respetado las rondas de los ríos y de verdad hubieran implementado planes de ordenamientos territoriales de orden ambiental? El mercado con su racionalidad marcada por la ganancia a toda costa, nos impide ver con claridad en materia ambiental.
Política y polyticas 
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